Para sentar unas bases sólidas para su proyecto derestaurante, es necesario un mínimo de conocimientos. En este artículo, Joy explica los principales pasos y las normas administrativas que hay que dominar para convertirse en un restaurador de éxito.
El sector de la restauración es muy competitivo. Proponer una oferta original, un tema para su restaurante le permitirá diferenciarse de otras ofertas. La calidad de sus platos, su personalidad y su sentido de la acogida darán identidad a su establecimiento.
La elección de la ubicación es esencial para garantizar una buena visibilidad de su restaurante y la accesibilidad a sus clientes. El local debe ser adecuado para el desarrollo de una actividad de restauración: cocina y zona de almacenamiento de alimentos con sección refrigerada, zona de recepción e instalaciones sanitarias.
El análisis del mercado es esencial para identificar la competencia y las expectativas de la clientela en la zona geográfica de su futuro negocio. Esto le permitirá posicionarse y destacar entre las ofertas existentes.
En cuanto al presupuesto, tanto si decides utilizar tus ahorros como si la inversión se realiza sin ninguna aportación, es fundamental definir las previsiones financieras. Presupuestar su proyecto le permite tener en cuenta los distintos costes inherentes a la actividad del restaurante, el equipamiento, las inversiones en material, así como los costes de funcionamiento (personal, energía, etc.). El empresario debe presentar un proyecto sólido a los bancos. También es posible abrir un restaurante sin ninguna aportación de capital, gracias sobre todo a las ayudas estatales y a diversas subvenciones. El propietario de un restaurante está sujeto a numerosos impuestos que también debe presupuestar.
Una empresa de restauración puede constituirse de varias formas: SARL, EURL, SAS o incluso como empresario autónomo. La franquicia también puede ser una buena forma de beneficiarse del apoyo y el asesoramiento de una marca conocida.
Como establecimiento abierto al público, un restaurante está sujeto a una serie de normas de prevención de riesgos. En particular, debe cumplir la normativa impuesta al sector de la restauración y se refiere a las siguientes cuestiones
El restaurante debe disponer de un local limpio y de un equipo que se limpie regularmente con productos que cumplan las normas de higiene alimentaria (véanse las normas de higiene para restaurantes y tiendas de alimentación). Es imprescindible respetar la cadena de frío para proteger a los clientes de la contaminación de los alimentos. Debe mantenerse un registro a disposición de los servicios veterinarios y de los inspectores de control del fraude. Las fechas de caducidad deben indicarse en todos los envases para preservar la calidad de los productos alimenticios y facilitar el control de las autoridades de higiene. El incumplimiento de las normas francesas del Código de Salud Pública por parte del propietario del restaurante puede dar lugar a una advertencia y, en los casos más graves, al cierre administrativo del establecimiento.
La higiene y la seguridad son puntos cruciales en las obligaciones de un restaurador, y las principales características son las siguientes:
Para remediar cualquier incidente y preservar su negocio, el seguro profesional es obligatorio.
Antes de entrar en el establecimiento, el cliente debe poder consultar :
Aunque no se requiere ningún título para ser restaurador, sí se necesitan los siguientes permisos.
El curso de formación para abrir un restaurante es obligatorio. La formación dura de 1 a 2 días y medio y permite realizar la declaración previa de un restaurante (véase CERFA 11542*05) con vistas a obtener una autorización de explotación por un periodo de 10 años.
Debe estar expuesta en el exterior del restaurante. La licencia IV autoriza al establecimiento a servir alcohol y prohíbe su consumo a los menores.
En conclusión, para asegurar su éxito como restaurador, debe pensar cuidadosamente en su proyecto y dar muchos pasos. La alegría te acompañará en tu camino hacia el éxito.